En la primera mitad del siglo XX, un médico alemán apellidado Schultz desarrolló un sistema de relajación muy interesante. Se llama sistema autógeno. Hay que buscar una postura cómoda. Puede ser tumbado o sentado, pero es importante que la espalda esté recta y relajada. Cerramos los ojos para poder concentrarnos mejor y empezamos a repetirnos mentalmente una frase, cada vez que espiramos. Schultz proponía que nos dijéramos: Estoy completamente tranquilo. Hay que repetirla al menos seis veces. Después cambiamos la frase y nos repetimos que nuestras manos pesan. Nuevamente lo repetimos unas seis veces y cambiamos la frase. Ahora son los pies los que pesan. Por fin, todo mi cuerpo pesa. Después cambiamos la sensación de peso, por la de calor: siento calor en las manos. Tras unas seis repeticiones, siento calor en los pies.Por fin, nos decimos: siento calor en todo el cuerpo. Y también la repetimos seis veces. Schultz proponía que realizáramos su entrenamiento dos veces al día. Sin duda, ...
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