Relajación

La respiración es algo tan elemental que no es preciso saber nada más sobre ella. Nacemos respirando y morimos respirando, pero casi nunca somos dueños del proceso. Conocerlo y aprender a controlarlo puede ayudarnos mucho en las situaciones complicadas.
La respiración
Las fases de la respiración son dos: una se conoce como la toma de aire, la cual se llama inspiración, y a la expulsión del mismo que se conoce como espiración
Cuando inspiramos, lo hacemos en dos fases. Primero llenamos la zona baja de los pulmones, inflamos el vientre en lo que se llama respiración abdominal o diafragmática. En una segunda fase, llenamos la zona del pecho; es la respiración torácica.
Cuando expulsamos el aire, sucede al revés: primero vaciamos el tórax y después el abdomen.
Para acordarte puedes recordar cómo se llena de gente y se vacía una habitación. Los que van entrando tienen que ir al fondo de la habitación, para que no formen un taca en la puerta, impidiendo a los que llegan que sigan entrando. Y al salir, habrán de hacerlo por orden, primero los que están junto a la puerta, para evitar formar una aglomeración que impida la salida del resto.
Pero este orden respiratorio es el ideal, el que deberíamos tener siempre, cuando estamos sanos. En realidad, la respiración está tan unida a nuestra vida y a nuestros estados de ánimo, que cambia continuamente y a veces sufre cambios que nos hacen sentirnos mal.
- Desequilibrio respiratorio.
Por ejemplo, cuando nos estresamos, cuando sentimos angustia o miedo, tendemos a contener el aire, a retrasar la espiración. Si pasamos mucho tiempo estresados o angustiados, terminamos por expulsar menos aire del que tomamos.
Esto sucede porque no hay unos músculos específicos que nos ayuden a espirar. Espiramos cuando se relajan los músculos inspiradores. Si estamos en tensión, también lo están nuestros músculos inspiradores; y al estar tensos, se relajan menos y expulsamos menos aire.
- Consecuencias del desequilibrio respiratorio.
Se produce estrés y angustia sicológica, sentimos una opresión física, muy parecida a la de llevar puesto un corsé. Esta opresión física no ayuda desde luego a superar la psicológica, sino que más bien la acentúa.
Otra consecuencia es que en nuestros pulmones hay una mayor cantidad de la normal de aire ya utilizado, es decir que el aire está más enrarecido, es más pobre en oxígeno, lo que nos hace sentir algo más aturdidos que en condiciones normales.
- Alargar la espiración.
Está claro que el modo de desbloquear la respiración es alargar la segunda parte del proceso respiratorio, es decir la espiración. Pero, claro, esto puede resultar más fácil de decir que de hacer, si no conocemos algunas técnicas que nos ayuden.
En realidad es muy sencillo. Basta con tumbarse boca arriba, con las rodillas flexionadas, en un lugar tranquilo donde no haga frío. Que la espalda esté recta y los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. En esta postura, y con los ojos cerrados, nos quedamos observando nuestra propia respiración como si no fuera nuestra, como si escucháramos las olas del mar que llegan a la orilla. Así durante unos minutos. Al cabo de un rato, comprobaremos que simplemente con eso estamos más tranquilos.
Puede ser, sin embargo, que nos cueste concentrarnos en la respiración. Podemos entonces recurrir a imágenes. Pensar que estamos en la playa tumbados, escuchando de verdad el mar. Que somos muñecos de trapo, rellenos de arena, y que cada vez que espiramos se nos escapa parte de la arena por un pequeño agujero que tenemos en la espalda. Ello hace que cada vez sintamos nuestra espalda más acoplada al suelo.
- Lo último que abrimos son los ojos.
Por muy corta que haya sido la relajación, del tipo que sea, siempre conviene volver poco a poco a la actividad. Una buena manera es empezar utilizando todos los sentidos que no son el de la vista: ponernos a distinguir los sonidos y los olores, incluso el tacto de nuestro propio cuerpo.
Desde luego empezamos a mover primero los dedos de las manos y de los pies. Nos estiramos, bostezamos, y por último, al final de todo, abrimos los ojos. Es importante seguir siempre este orden.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Calentamiento

juegos scout